Árboles de sombra

Hay muchos árboles ornamentales de sombra

Cuando las temperaturas empiezan a ser demasiado altas, no hay nada mejor que protegerse bajo la copa de un árbol, ya que justo debajo de él hay un microclima más fresco. Esto no solo es así porque las hojas impiden que los rayos del sol impacten contra el suelo, sino que, además, el vapor de agua que expulsan refresca el ambiente.

Por otro lado, los árboles de sombra, una vez que ya son lo suficientemente grandes, nos permiten cultivar otras plantas que necesitan estar resguardadas del astro rey, como los helechos por ejemplo. Así que, ¿cuáles son los más recomendados para plantar en un jardín?

Árboles de sombra de hoja caduca

Los árboles caducifolios son aquellos que se quedan sin hojas en algún momento del año. En España, y en todas las regiones donde el clima es templado, conocemos aquellos que se desprenden de ellas durante el otoño y/o el invierno, cuando las temperaturas empiezan a ser frías; ahora bien, en las regiones tropicales y subtropicales también hay árboles de hoja caduca los cuales se quedan ‘desnudos’ para soportar mejor la temporada seca.

Estos son algunos de los árboles de hoja caduca que proporcionan mucha sombra:

Almendro (Prunus dulcis)

El almendro es un árbol mediano

Imagen – Wikimedia/Daniel Capilla

Sí, ya sé que el almendro es un frutal, pero son muchos los árboles frutales que pueden usarse como ornamentales, y el almendro es uno de ellos. Alcanza una altura de 10 metros, y desarrolla una copa de hasta 4 metros. Ramifica mucho, por lo que su sombra es densa y fresca. Sus flores son unas de las primeras en aparecer en primavera, pudiéndolo hacer incluso en enero (mediados del invierno en el hemisferio norte). Estas son blancas y miden unos 2 centímetros.

Resiste bien la sequía, pero si pasan muchas semanas sin llover, empieza a perder hojas rápidamente. Por eso, es aconsejable regarlo al menos una vez por semana durante el verano, para conseguir que mantenga su follaje hasta que las temperaturas empiecen a descender. Soporta hasta los -10ºC.

Arce de Tataria (Acer tataricum)

El Acer tataricum es un árbol grande

El arce de Tataria es un árbol que no crece mucho, entre 4 y 10 metros. Además, tiene un tronco recto y corto, de medio metro más o menos, así que su copa empieza a muy corta distancia del suelo. Las hojas son verdes, simples y ovadas, y se caen en otoño. Florece en primavera, pero sus flores al ser de color verde pueden pasar desapercibidas. El fruto es una sámara de color rojizo.

Se trata de uno de los pocos arces que, por experiencia, no temen el sol del Mediterráneo Occidental. Yo tengo uno en maceta (en Mallorca), y lo tenía en una zona un poco protegida, pero cuando lo expuse al sol fue cuando empezó a dar el estirón y a crecer con más fuerza. Es, además, muy rústico, pues soporta las heladas de hasta los -20ºC.

Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum)

El Aesculus hippocastanum es un árbol grande

El castaño de Indias es un árbol enorme, que alcanza una altura de 30 metros, y que tiene unas bonitas hojas palmadas, compuestas por 5 o 7 folíolos. No solo es alto, sino también ancho: su copa llega a medir 5 metros o más, y su tronco se engrosa hasta los 60-80 centímetros. Sus flores se agrupan en inflorescencias que brotan a lo largo de la primavera, cuando las hojas ya han aparecido.

Crece en casi cualquier tipo de suelo, pero debes saber que necesita mucha agua. No recomiendo cultivarlo en zonas donde la sequía aparece en verano, como en el mediterráneo por ejemplo. Yo tengo uno en el sur de Mallorca y estoy convencida de que si lo regase casi todos los días durante julio y agosto estaría más bonito (lo riego 2-3 veces por semana).

Otro dato importante es que es una especie vulnerable a la antracnosis, pero por propia experiencia se puede controlar e incluso evitar su aparición si se trata con un fungicida polivalente que indique claramente que es eficaz contra este hongo. Se ha de aplicar en primavera, en cuanto las hojas broten, y realizar nuevos tratamientos hasta finales del verano. Soporta las heladas de hasta los -18ºC.

Catalpa (Catalpa bignonioides)

La catalpa es un árbol caduco

Imagen – Wikimedia/Ermell

La catalpa es un árbol de tamaño medio, con una altura máxima de 15 metros y una copa de 4-5 metros de ancho. Su tronco es esbelto, más o menos recto, y ramifica a varios metros del suelo. Las hojas son ovadas y grandes, y brotan durante la primavera temprana (siempre que no haya heladas durante dicha estación). Florece en primavera, son blancas, y se agrupan en inflorescencias. Su fruto es una cápsula alargada que contiene numerosas semillas pequeñas.

Es una planta que, teniendo en cuenta sus características, es interesante cultivar en jardines medianos y grandes. También se podría tener en uno pequeño, pero en este caso habría que podarla para mantenerle una copa más estrecha. Soporta las heladas moderadas.

Flamboyan (Delonix regia)

El flamboyan es un árbol tropical

Imagen – Wikimedia/Alejandro Bayer Tamayo

El flamboyan es uno de los árboles que, en su lugar de origen (Madagascar), pierde las hojas para sobrellevar mejor la estación seca. Es una medida, quizás desesperada, pero es la que le permite ahorrar agua durante esas semanas en las que no solo no llueve o llueve muy poco, sino que además las temperaturas pueden ser muy elevadas. Pero, en climas un poco más benévolos, como en los tropicales húmedos, se comporta como un árbol perenne, pues no tiene la necesidad de desprenderse de sus hojas (salvo, claro está, cuando llegan al final de su vida y son sustituidas por otras nuevas).

Cuando se cultiva, alcanza una altura aproximada de 10 metros. Ya desde joven empieza a desarrollar una copa aparasolada, la cual puede llegar a medir 6 o 7 metros si las condiciones son realmente buenas para él. Su floración ocurre en primavera, y las flores son rojas, o más rara vez naranjas. Por desgracia, es muy sensible a las heladas.

Árboles de sombra de hoja perenne

Los árboles de hoja perenne son aquellos que se ven siempre verdes, es decir, siempre tienen hojas. Pero eso no significa que no las vayan renovando, porque sí lo hacen. Algunos van dejando caer unas pocas cada vez a lo largo de todo el año, y otros en cambio dejan caer solo las hojas de una parte de su copa. A estos últimos se les conoce como árboles semi-perennifolios o semi-caducifolios.

Estos son los que te recomendamos:

Magnolia (Magnolia grandiflora)

El magnolio es un árbol perenne

Imagen – Flickr/vhines200

La magnolia, o magnolio, es un árbol de lento crecimiento que alcanza los 30 metros de altura (siendo lo normal 10 metros) y que desarrolla una copa ancha de 5-6 metros. Las hojas son muy grandes y lustrosas, pero sin duda sus flores son su principal atractivo. Estas brotan en primavera-verano, miden unos 30 centímetros de diámetro, son de color blanco y huelen muy bien.

Pero se tiene que plantar en tierras ácidas, pues en las arcillosas no va a poder crecer. Asimismo, necesita un aporte de agua regular, ya que con la sequía sufre mucho. Resiste hasta los -20ºC.

Olivo (Olea europaea)

El olivo es un árbol perenne

Imagen – Wikimedia/Joanbanjo

El olivo es un árbol que, si bien puede llegar a los 15 metros de altura, es muy difícil que en cultivo se deje crecer tanto, ya que como sus frutos son comestibles, interesa que tenga una copa baja para poder recogerlos todos. Dicho fruto es la aceituna u oliva, el cual puede comerse recién cogido de la planta, o bien como ingrediente de algunas recetas, como pizzas. También, y no menos importante, se extrae el aceite de oliva, muy usado para cocinar.

Al ser originario del mediterráneo, resiste sin problemas la sequía y el calor, siempre que lleve plantado en el suelo al menos un año. Soporta las heladas de hasta los -7ºC.

Pohutukawa (Metrosideros excelsa)

El metrosideros excelsa es un árbol grande

Imagen – Wikimedia/Ed323

El pohutukawa es un árbol que puede llegar a medir 20 metros de altura y desarrollar una copa de hasta 5-6 metros. Es, pues, una planta de gran tamaño, que se llena de flores rojas en verano y que, además, crece en casi cualquier tipo de suelo.

Por si esto no fuera suficiente, soporta sin problemas el frío, aunque si hay heladas necesitará protección para que no sufrir daños.

Roble australiano (Grevillea robusta)

La grevillea robusta es un árbol perenne

Imagen – Wikimedia/Joanbanjo

El roble australiano es en realidad una Grevillea, es decir, un árbol que nada tiene que ver con los robles (Quercus). Alcanza una altura de 18-30 metros, desarrollando un tronco recto que ramifica a unos 2-3 metros del suelo. Sus hojas son verdes, bipinnadas y largas de hasta 15 centímetros. Las flores brotan en inflorescencias en primavera, y son de color naranja o amarillento.

Muy interesante para jardines medianos, donde si por ejemplo se planta en alineaciones va a quedar magnífico. Soporta hasta los -8ºC.

Tulipero del Gabón (Spathodea campanulata)

El tulipero del Gabón es un árbol de hoja perenne

Imagen – Wikimedia/Alejandro Bayer Tamayo

El tulipero del Gabón es un árbol perennifolio, pero en climas secos y/o fríos, se comporta como caducifolio. Alcanza los 30 metros de altura si las condiciones son buenas, pero en cultivo es más probable que no supere los 10 metros. Desarrolla una copa redondeada, ancha en su base, midiendo hasta 4 metros. Produce flores rojas de gran tamaño y con forma de campana durante la primavera.

Se trata de una especie subtropical que soporta el frío pero no las heladas (solo hasta -1ºC una vez llega a la edad adulta y está aclimatado). Asimismo, es importante que no se descuide el riego para que no se quede sin su bonito follaje.

¿Conocías estos árboles de sombra?


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