Granado (Punica granatum)

El granado es un arbolito

El granado, cuyo nombre científico es Punica granatum, es un arbusto grande o arbolito que, si bien es espinoso, se lleva cultivando desde antiguo en el mediterráneo. Es muy resistente a la sequía, tanto que puede estar meses sin recibir una sola gota de agua una vez que ya ha tenido tiempo para enraizar en el suelo del jardín; y tampoco le asustan las altas temperaturas veraniegas que suelen alcanzar en esa región, a menudo superando los 35ºC de máxima.

Se trata pues de una especie frutal muy a tener en cuenta cuando las precipitaciones son escasas, que además produce flores muy bonitas, y que no necesita de ningún cuidado especial. Vamos a conocerlo.

Origen y características de la Punica granatum

La Punica granatum es un árbol caducifolio

Imagen – Flickr/Ferran Turmo Gort

El granado es un arbolillo nativo del Viejo Continente, en concreto se encuentra desde Irán hasta el Himalaya, aunque como decíamos, está tan presente en todo el Mediterráneo, y desde hace tanto tiempo, que puede dar la impresión de que se originó ahí. Alcanza los 5 metros de altura, y es una planta caducifolia la cual pierde sus hojas en otoño/invierno, dependiendo de las temperaturas que haya en la zona (cuanto más suaves son, más tarda en perderlas).

Dichas hojas son verdes en primavera-verano y amarillas en otoño, alargadas, de unos 7 centímetros de largo por 2 centímetros de ancho, y suelen brotar pronto en primavera, a medida que el riesgo de heladas se va alejando y el mercurio del termómetro sube. Poco después florece, y lo hace produciendo flores rojas o rosadas de unos 2 centímetros de diámetro que pueden ser simples o dobles.

Más tarde, en verano, maduran los frutos. Estos tienen forma esférica u ovalada, miden unos 5-10 centímetros de ancho por alto, y tienen la corteza anaranjada/rojiza. En su interior encontramos un gran número de semillas rojizas, con forma redondeada, las cuales miden unos 15 milímetros.

Variedades de Punica granatum

Hay muchas variedades de granados, como por ejemplo estas:

  • Alandi: sus granadas son medianas y tienen las semillas duras.
  • Blanco: se denomina así ya que las frutas son claras, con la pulpa de color crema.
  • Mollar valenciana: es un árbol grande con frutos también de gran tamaño con forma redondeada.
  • Kandhari: produce granadas grandes de color rojo oscuro, con semillas duras.
  • Wonderfull: es una de las que producen frutos más grandes y de mejor sabor.

¿Qué usos tiene el granado?

Las granadas son comestibles

Nuestro protagonista se usa, sobre todo, como árbol frutal. Sus semillas son comestibles, y de hecho con ellas se preparan bebidas, jarabes, e incluso se pueden consumir frescas pues tienen un sabor dulce muy agradable.

Además, se le atribuyen propiedades medicinales, tales como antioxidantes, vermífugas, diuréticas, y antihipertensivas. Y al contrario de lo que mucha gente cree, la granada no estriñe; más bien al contrario: sirve como laxante. Esto es debido a que contiene de media 4 gramos de fibra por cada 100 gramos de fruta, algo más que la pera por ejemplo, la cual tiene 3.1 gramos.

Sin embargo, no solo es una buena planta frutal, sino también ornamental. Es una especie muy interesante, puesto que en primavera se pone muy bonito cuando florece, y puede llegar a proporcionar sombra. Tolera bien la poda, por lo que es posible cultivarlo en maceta o como bonsái.

¿Cuáles son los cuidados que necesita?

El granado es una planta que no necesita muchos cuidados, pero si hay algo que no le puede faltar nunca es sol. No va a vivir en sombra; incluso en interiores con mucha luz tiene serios problemas, puesto que debe vivir en el exterior, al aire libre. Pero además, debemos tener en cuenta otras cosas para que esté bien:

Ubicación

Hemos dicho que le debe dar el sol, pero ¿dónde ponerlo? Bueno, lo primero que hay que saber es que es una planta que no solo puede llegar a los 5 metros de altura, sino que también llega a desarrollar una copa de unos 3 metros de diámetro. Por eso, en el caso de que vaya a estar en el suelo se debe plantar a una distancia mínima de 2 metros de muros y paredes, así como de otras plantas que tengan copas anchas.

Si queremos tenerlo en maceta, podremos hacerlo, pero será muy importante podarlo de vez en cuando para controlar su crecimiento, y plantarlo en recipientes cada vez más grandes cada 3 o 4 años, de lo contrario las raíces agotarían la tierra y el espacio disponible, y la planta dejaría de crecer. A partir de entonces, se debilitaría.

Tierra o sustrato

  • Jardín: crece en casi cualquier tipo de tierra, pero prefiere aquellas que drenen rápido el agua.
  • Maceta: si va a estar en un recipiente, podemos plantarla en tierra de cultivo universal, como este.

Riego y abonado

La flor del granado es roja

Imagen – Flickr/Ferran Turmo Gort

La frecuencia de riego va a variar mucho dependiendo del clima, y también de si tenemos el granado en el suelo o en maceta. Y es que si está en el jardín desde hace más de un año, seguramente ya esté aclimatado y solo necesite un riego esporádico durante la época de sequía; en cambio, si está en maceta, tendremos que regarlo más seguido, dejando que la tierra se seque un poco entre un riego y el siguiente.

En lo que respecta al abonado, pasa un poco lo mismo. Si está en el suelo no es necesario abonarlo, pero sí está en maceta, dado que la cantidad de tierra es limitada y los nutrientes que contiene también, se debe abonar con abonos orgánicos, como el guano, durante la primavera y el verano.

Poda

Si es necesario, se hará en otoño. Dado que florece en primavera, e interesa que produzca granadas, aconsejamos podarlo cuando se quede sin hojas. Para ello, se eliminarán las ramas que estén secas y las que estén rotas, eliminaremos las que broten de la mitad inferior del tronco, y reduciremos la longitud del resto para que tenga una copa más compacta.

Multiplicación

El granado se multiplica por semillas, esquejes y los cultivares por injerto.

Plagas y enfermedades

Aunque es una planta bastante resistente, eso no impide que pueda tener alguna plaga. De hecho, puede tener pulgones, cochinillas, y taladros. Asimismo, las granadas son vulnerables a la mosca de la fruta. Para combatirlas, se recomienda el uso de insecticidas ecológicos y similares, como las trampas adhesivas amarillas que sirven contra las plagas voladoras, o la tierra de diatomeas que elimina los insectos chupadores de savia perforándoles el cuerpo y haciendo que mueran deshidratados.

Con respecto a las enfermedades, es difícil que un granado que está aparentemente bien las tenga. Pero si el suelo es muy compacto, y/o si se riega demasiado, los hongos patógenos como la alternaria o el fitóftora lo infectarán. Para evitarlo, se ha de plantar en tierras y lugares adecuados, y dejar secar el suelo antes de volver a regar. Si las hojas amarillean y caen, empezando por las inferiores, o si ha recibido mucha agua, tendremos que tratarlo con fungicida.

Rusticidad

El granado se pone amarillo en otoño

Imagen – Flickr/Ferran Turmo Gort

Debido a su origen, la Punica granatum puede vivir en una gran variedad de climas (estacionales): desde los subtropicales y el mediterráneo, hasta aquellos más fríos. Resiste las heladas de hasta los -10ºC, el calor de hasta los 40ºC, la sequía si lleva más de un año en el suelo, y las inundaciones ocasionales (como las que ocurren a finales de verano en el sureste de la península ibérica y en el archipiélago balear) siempre que la tierra drene rápido el agua.

Por todo ello, es una especie muy, muy recomendable.


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