Higuera estranguladora (Ficus benghalensis)

Las hojas del Ficus benghalensis son grandes

Imagen – Wikimedia/PJeganathan

La higuera estranguladora es uno de los árboles más grandes del mundo. No es el más alto, pero sí el que puede llegar a ocupar más metros, ya que si crece cerca de otros árboles, usa sus troncos como soporte hasta que finalmente estos mueren. Y claro, en un momento dado, esos troncos se pudren, pero el Ficus no se cae, porque ha tenido tiempo suficiente para desarrollar un sistema radicular que lo mantiene en pie.

Por esto, también podríamos decir que el Ficus benghalensis es una especie con raíces que, no solo son muy largas, sino también fuertes. Por lo tanto, no es una planta que se pueda cultivar en un jardín pequeño, pero sí que puede llegar a ser interesante mantenerlo en maceta durante un tiempo (siempre que se vaya trasplantando periódicamente), o en un solar amplio.

¿De dónde es originaria y cuáles son sus características?

La higuera estranguladora es un árbol muy grande

Imagen – Wikimedia/Bernard DUPONT

La higuera estranguladora, o baniano como también se le llama, es un árbol perennifolio endémico de la India y de Sri Lanka. Habita en los bosques tropicales donde la humedad del aire es elevada, por lo que si se cultiva en zonas donde esta es baja, tocará pulverizar sus hojas con agua para que no se sequen.

Al igual que muchos otros Ficus que crecen como árboles, suele empezar su vida siendo epífito. Y digo »suele» porque esto solo será así si puede utilizar algo (otros árboles por ejemplo) como soporte; en caso contrario, desarrollará un tronco, sí, pero también raíces aéreas que le proporcionarán estabilidad.

Las hojas son simples, de color verde excepto los nervios que son más claros. Miden unos 30 centímetros de largo por unos 10-15cm de ancho más o menos. Y los frutos son higos pequeños, de unos 2cm de diámetro, y de color rojo.

¿Por qué se llama higuera estranguladora?

Porque cuando utiliza otros árboles como soporte, al final estos mueren ya que las raíces de nuestra protagonista les roban los nutrientes, y las hojas, al darles sombra, hacen que cada vez tengan más dificultades para realizar la fotosíntesis.

A veces se puede dar el caso de que las raíces ‘estrangulan’ a varios árboles, por lo que con el tiempo la higuera llega a ocupar varias hectáreas, que es por lo que se podría decir que es una de las plantas más grandes del mundo. De hecho, en el jardín Botánico de Calcuta se encuentra uno que ocupa 12 mil metros cuadrados de superficie, y mide unos 120 metros de diámetro. Se le calcula una edad de más de 230 años.

Por esto, puede sorprender que alguien quiera cultivar uno en su jardín, ¿verdad? Pues bien. Yo misma tengo uno, en maceta. El primer año ya vi algo que me sorprendió muchísimo: lo tenía sobre césped artificial, y un día de otoño cuando decidí que ya era hora de meterlo en casa para que no sufriera con el frío, al levantarlo del césped enseguida vi que ya tenía raíces que empezaban a ‘anclarse’ a él.

Y la cuestión es que solo hacía unos pocos meses que lo había plantado en esa maceta (pasó de estar en una de 10cm de diámetro, a otra de unos 25cm). Pero sí, lo llevé a casa. Esas raíces que estaban creciendo ya por fuera de la maceta no sufrieron apenas, y el resto de la planta -que medía por ese entonces unos 40cm de altura excluyendo la maceta- ni se inmutó.

¿Qué necesita para vivir?

El Ficus benghalensis es un árbol epífito

Ejemplar de mi colección.

El Ficus benghalensis es un árbol que puede hacerse muy, muy grande, así que lo que necesita especialmente es espacio. Mucho espacio. Se puede tener en maceta, como luego te contaré, pero si tenemos en cuenta el tamaño que llega a alcanzar, lo mejor será plantarlo en el suelo en cuanto sea posible.

Pero además de eso, lo que necesita es calor. Al ser de origen tropical, no es posible cultivarlo en el exterior -al menos no durante todo el año- en un lugar donde hay heladas, o donde las temperaturas se mantienen por debajo de los 10ºC durante varias semanas seguidas. Además, tampoco le puede faltar luz. Si queremos que crezca bien, lo expondremos al sol directo.

Y por último y no menos importante, requiere una elevada humedad del aire. Si vives en una isla por ejemplo, esto no será un problema, pero para asegurarte lo mejor es que compruebes -con una estación meteorológica doméstica- qué porcentaje de humedad hay en tu zona. Si se mantiene alta, por encima del 50%, entonces perfecto; pero si no, tendrás que pulverizar sus hojas con agua sin cal a diario.

¿Cuáles son los cuidados que requiere?

Hablemos ahora de cómo cuidar un Ficus benghalensis. Por propia experiencia, puedo decirte que no es muy complicado. Pero veamoslo en detalle:

  • Ubicación: lo más recomendable es que se tenga en el exterior, ya que es donde podrá ponerse en un lugar expuesto a la luz del sol de forma directa. Pero claro, como no soporta el frío, en otoño/invierno habrá que meterlo en casa si se registran heladas en la zona, en cuyo caso lo colocaremos en la habitación que haya más claridad, y lejos de las corrientes de aire.
  • ¿Maceta o suelo?: esto va a depender de las condiciones climáticas de la zona y de si tenemos un jardín grande o no. Si el clima es tropical y disponemos de un solar amplio, entonces se podrá poner en el suelo; en caso contrario, lo mejor será tenerlo en maceta, o ir podándolo.
  • Tierra: la tierra donde crezca debe ser rica, y tener buen drenaje. Si va a estar en maceta se le puede poner sustrato de cultivo universal para plantas, como este.
  • Riego: al baniano hay que regarlo varias veces a la semana durante el verano, pero el resto del año se han de espaciar los riegos para darle tiempo a la tierra para que se seque un poco.
  • Abonado: ¿se ha de abonar un árbol que ya de por sí crece rápido y que se hace muy grande? Bueno, depende. Si está en el suelo no hace falta, pero si lo tienes en maceta no estará de más, ya que con el tiempo se quedará sin nutrientes. Por ello, sí recomiendo abonarlo en primavera y en verano con un fertilizante universal, como este, siguiendo las indicaciones del envase.
  • Rusticidad: es sensible a las heladas; en cambio, resiste el calor de hasta los 45ºC si tiene agua a su disposición y siempre que sea por poco tiempo.

¿Qué te ha parecido el Ficus benghalensis?


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