Eucalyptus deglupta

Eucalyptus deglupta

Imagen procedente de Wikimedia/LukaszBel

Aunque parezca increíble, en el sentido literal de la palabra, hay una planta que tiene el tronco multicolor. Si bien no se sabe por qué la evolución quiso que fuera así, el Eucalyptus deglupta puede presumir de ser el árbol más llamativo de todos.

Esta es una especie preciosa, a la que le encanta el sol y los climas cálidos donde crecerá de maravilla en jardines de medianos a grandes. ¿Te apetece saber más sobre él?

¿Cuál es el origen y las características del Eucalyptus deglupta?

Plantación de eucalipto arcoiris

Imagen procedente de Wikimedia/Forest & Kim Starr

Se trata de un árbol perennifolio que recibe el nombre de eucalipto arcoíris originario de Nueva Guinea, Sulawesi, Mindanao, y Nueva Bretaña. La altura máxima que llega a alcanzar es de 75 metros, con un tronco recto y poco ramificado cuya corteza exterior se va cayendo en parches, dejando al descubierto la corteza interior que es de color verde brillante tornándose azul, púrpura, naranja y finalmente en tonos granates.

Las hojas son lanceoladas, de 8 a 13cm de largo por 4 a 6cm de ancho, glabras y con el pecíolo torcido. Produce flores que se agrupan en umbelas, terminales o axilares, de color amarillo-blanquecino. El fruto es una cápsula de unos 3-4mm de largo que contiene semillas pequeñas.

¿Qué usos se le da?

Hojas de eucalipto arcoiris

Imagen procedente de Wikimedia/Krzysztof Ziarnek, Kenraiz

Al ser un árbol con un tronco tan atractivo para la vista, es una especie muy interesante para jardines donde no se producen heladas. Ahora bien, también es muy popular por su madera, pues con ella fabrican papel.

¿Cuáles son los cuidados del eucalipto arcoíris?

Flores de eucalipto arcoiris

Imagen procedente de Flickr/Forest and Kim Starr

Si vives en una zona donde no se registran heladas nunca y quieres un árbol de rápido crecimiento que destaque por la belleza de su tronco, sin duda este eucalipto te encantará. Ponlo en el exterior, a una distancia mínima de diez metros de las tuberías, paredes y demás, en una tierra fértil y con buen drenaje.

Requiere riegos moderados, ya que no soporta la sequía, pero también hay que evitar el encharcamiento. Además, una vez cada quince o treinta días es muy interesante abonarlo con productos orgánicos, como el guano o el compost, especialmente durante la temporada más cálida del año.

No necesita poda. Ahora bien, si te gustaría cultivarlo en maceta unos años sí que puede ser necesario recortarle las ramas a finales de invierno con el fin de controlar un poco su crecimiento.

Por lo demás, no debes preocuparte por plagas ni enfermedades: solo por el frío. Si en tu zona la temperatura baja de los 0 grados, es muy importante que lo protejas en un invernadero o dentro de casa.


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