Acacia azul (Acacia saligna)

La Acacia saligna es un árbol perenne

Imagen – Wikimedia/Anna Anichkova

La Acacia saligna es un árbol de hoja perenne y crecimiento rápido que puede crecer casi en cualquier sitio. Es una planta especialmente interesante para jardines costeros, siempre que estos sean grandes ya que las raíces son bastante largas, y su tronco tiende a engrosarse con la edad.

Cuando florece, algo que hace en primavera, su copa se llena de flores amarillas que, al marchitarse, caen al suelo, creando así una bonita »alfombra» floral. Pero, ¿cómo hay que cuidarla?

¿De dónde es originaria?

La Acacia saligna, conocida por el nombre de mimosa azul o acacia azul, es un árbol que crece silvestre en casi toda la costa sur de Australia. Puede crecer como ejemplar solitario o en grupos, así como en suelos pobres o cultivados. No tiene preferencias; de hecho, se adapta con facilidad a casi cualquier ambiente, resistiendo incluso la sequía.

Sus semillas germinan rápido y sin problemas durante la primavera, siempre que dispongan de algo de humedad y las temperaturas superen los 18ºC. Si además las condiciones son buenas, puede llegar a crecer hasta 1 metro de altura el primer año, convirtiéndose en un bonito árbol de jardín en muy poco tiempo.

¿Cuáles son las características de la Acacia saligna?

La mimosa azul es un árbol, o a veces un arbusto de gran tamaño, de hoja perenne que alcanza una altura máxima de 8 metros. La copa es bastante ancha, llegando a los 4-5 metros durante la edad adulta, y proyecta una sombra que, por experiencia, puedo decir que es muy agradable.

Sus hojas son lanceoladas, es decir, que tienen forma de lanza, y miden unos 30 centímetros de largo por unos 5 centímetros de ancho. Estas son de color verde azulado, y van cayendo conforme van pasando las semanas, a medida que van siendo sustituidas por otras.

Las flores de la acacia saligna son amarillas

Imagen – Wikimedia/Zeynel Cebeci

Las flores parecen pompones en miniatura, los cuales miden 1 centímetro de diámetro y son de color amarillo. En cuanto al fruto, debes saber que es una legumbre de hasta 15 centímetros de largo por 1 centímetro de ancho, la cual contiene unas diez semillas más o menos. Estas son de color castaño oscuro, y miden unos 5 x 3 milímetros.

¿Cuáles son los cuidados que se le ha de dar?

Bueno, la Acacia saligna es una planta que podríamos decir que, una vez establecida, se cuida sola. Así que más que decirte cómo debes cuidarla a lo largo de su vida, te diré qué necesita para poder aclimatarse y adaptarse bien a la zona donde quieras tenerla:

Sol directo

No puede faltarle nunca, ni siquiera desde que es una semilla recién germinada. Para que esté sana y se desarrolle con total normalidad, no debemos plantarla nunca en sombra, ya que si lo hiciéramos, acortaríamos bastante su vida.

Se ha de plantar en el suelo lo antes posible

La acacia saligna es un árbol mediano

Imagen – Wikimedia/Anna Anichkova

Como decía antes, las raíces de la acacia azul son muy largas y fuertes, y como es un árbol que crece rápido, interesa que se plante en el suelo pronto.

De este modo, conseguiremos que su tronco se engrose mucho mejor, pues en maceta le cuesta; y que además broten numerosas ramas las cuales proporcionarán una sombra muy agradable. Pero eso sí, se debe de hacer lejos de muros, paredes, tuberías, y demás para que no lo estropee.

Y hablando de daños, no te has de preocupar por las heladas: resiste hasta los -12ºC.

No lo podes si es un ejemplar joven

Durante su juventud, y más si está en maceta, lo normal es que no ramifique apenas (o que ni siquiera lo haga). Por eso, podemos tener las ganas de podarlo para que, así, sí produzca nuevas ramas; pero esto desde mi punto de vista es un error, porque hay que pensar que si no ramifica es porque, o bien no tiene edad aún para ello, y/o porque está en un recipiente, donde el espacio es por lo tanto limitado.

Para lograr que lo haga, lo mejor será simplemente plantarla en el suelo. Ya verás como pronto tiene una bonita copa.

Riégala con moderación si está en maceta

Aunque es una planta que puede soportar largos periodos de sequía, esto solo es cierto si se plantó o germinó en el suelo hace al menos un año. En maceta hay que tener cuidado con esto, y evitar dejarle la tierra seca durante mucho tiempo, pues de lo contrario las raíces se resentirán y las hojas caerán.

Para evitarlo, hay que regar varias veces a la semana durante los meses cálidos del año, y espaciar los riegos el resto. Una vez que la plantemos en el jardín, seguiremos regándola con moderación durante el primer año.

Siembra las semillas en primavera

Las semillas de acacia saligna son pequeñas

Imagen – Wikimedia/Philmarin

Para conseguir más acacias, puedes sembrar las semillas una vez que la primavera ya se haya establecido. Para ello, te aconsejo meterlas durante un segundo en agua hirviendo con la ayuda de un colador, y 24 horas en agua templada o que esté a temperatura ambiente. Al día siguiente, has de sembrarlas en macetas con sustrato universal (puedes comprarlo aquí), poniendo no más de dos en cada una, y enterrándolas un centímetro o algo menos.

Riégalas, y ponlas al sol. Al cabo de 7 a 15 días -o a veces más, si las semillas son viejas- empezarán a germinar.

¿Qué opinas de la Acacia saligna? ¿Te gusta como árbol de jardín?


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