El abeto es un nombre común que utilizamos para referirnos a una serie de coníferas de gran tamaño que tienen porte piramidal. Son muy elegantes, y pese a que crecen lento a menudo se utilizan como elementos decorativos de los jardines, casi siempre como ejemplares aislados.
Se sabe que hay una cincuentena de variedades de abetos, pero aún hay dudas sobre si todas son especies primarias o bien si hay algunas son subespecies. En cualquier caso, no te preocupes por esto ahora. A continuación voy a hablarte de aquellos que podrás encontrar con más facilidad a la venta en España, y cómo has de cuidarlos.
¿Qué es el abeto?
El abeto es el nombre común que reciben las plantas del género Abies. Son originarios del hemisferio norte, donde viven principalmente en los bosques de coníferas que se encuentran a altas altitudes. Su altura oscila entre los 10 y los 80 metros, y es relativamente fácil identificarlos pues tienen porte de pirámide. Las hojas son aciculares, de color verde o verde azulado.
Los frutos son conos cilíndricos que miden entre 5 y 30 centímetros de largo. Estos son compactos y muy duros. Al descomponerse, las semillas van quedando libres.
¿Para qué sirve?
Es una planta con varios usos, que son:
- Árbol de jardín: como comentábamos al principio, son plantas que se cultivan como ejemplar solitario, o en alineaciones. Se ven muy bonitos en jardines medianos y grandes, por ejemplo en la zona de descanso.
- Planta de navidad: son muy utilizados como árbol de navidad, especialmente Abies nordmanniana. Pero no se adaptan a las condiciones del interior del hogar, por lo que pierden las hojas rápido.
- Madera: es usada para hacer marcos, puertas, y similares que vayan a estar dentro de una vivienda.
Tipos de abetos
Si te gustaría tener un abeto en tu jardín pero no sabes cuál elegir, ahora vas a conocer las variedades que más se utilizan:
Abies alba
Se le conoce como abeto común o abeto blanco, y es un árbol que alcanza una altura de entre los 20 y los 60 metros. Es originario del centro de Europa, llegando hasta el norte de España y en particular a los Pirineos. Le gustan los suelos fértiles, y algo ácidos.
Abies balsamea
Conocido como abeto de Navidad o abeto balsámico, es una conífera originaria de los Estados Unidos y Canadá que crece entre los 14 y los 27 metros de altura. Sus hojas son de color verde oscuro brillante, y sus conos son al principio púrpuras y más tarde marrones.
Abies concolor
El abeto del Colorado es una conífera que crece en las montañas del oeste de América del Norte. Alcanza una altura de entre 25 y 60 metros, y sus hojas son verdes o verde-azuladas. Su tronco es, al igual que el de las demás especies, columnar; y los conos de color pardo.
Abies koreana
El abeto de Corea es un árbol originario de Corea del Sur, donde vive en las montañas más altas. Alcanza una altura de 10-18 metros, y sus hojas son verdes. Los conos son púrpuras, y tardan unos 6 meses en madurar. Solo se aconseja cultivar en climas fríos.
Abies nordmanniana
Se conoce como abeto de Normandía o abeto del Cáucaso, y es originario tanto del Cáucaso como de Asia Menor. Alcanza una altura de 60 metros, y tiene hojas de color verde. Sus conos son rosáceos.
Abies pinsapo
El pinsapo es una conífera originaria del sur de la península ibérica que crece hasta los 30 metros de altura. Su tronco es recto, pero a medida que envejece puede retorcerse. Las hojas son verde oscuras, y produce conos de color rojizo o púrpura. Es una especie que se encuentra en peligro de extinción.
¿Cómo se cuida un abeto?
El abeto es un árbol que resiste muy bien el frío y las heladas, pero es importante que se ponga en el sitio adecuado, ya que si no empezará a perder hojas rápidamente. Así que, para evitar que esto ocurra, vamos a ver cómo se cuida:
Ubicación
Se tiene que tener en el exterior, siempre. No es buena idea tenerlo en casa, ni por un par de semanas al año. Es un árbol para el jardín, que necesita sentir el paso de las estaciones, la lluvia, el viento, la nieve, el sol.
Además, debido a su gran tamaño y raíces, es importante que se plante en el suelo, a una distancia de unos diez metros de las tuberías.
Tierra o sustrato
- Jardín: la tierra tiene que ser rica en materia orgánica. Además, ha de ser profunda, ligera y tener buen drenaje.
- Maceta: teniendo en cuenta que su ritmo de crecimiento es muy lento, es posible cultivarlo en maceta durante muchos años. Utiliza sustrato universal (en venta aquí) o una mezcla de mantillo con un 30% de perlita (en venta aquí).
Riego
Estas plantas viven en zonas donde llueve con frecuencia. Por eso, es necesario que si vivimos en una zona donde llueve poco, lo reguemos unas tres veces por semana en verano, y una o dos por semana en otoño e invierno.
Pero si lo tenemos plantado en el suelo y va lloviendo a lo largo del año, solo hay que estar un poco pendientes de él los primeros años.
Abonado
El abonado es muy recomendable para que el abeto crezca con salud. Se hace en primavera y en verano, utilizando por ejemplo abonos orgánicos como el guano (en venta aquí) o estiércol de vaca. Echa un poco alrededor del tronco de la planta, y después riega.
Trasplante
En primavera. En el caso de que esté en maceta, tienes que plantarlo en una más grande cada 4 años aproximadamente. Aún y así, en cuanto mida 1 metro lo ideal será pasarlo al suelo para que pueda crecer con fuerza.
Multiplicación
El abeto se multiplica por semillas, las cuales han de sembrarse en invierno, en una maceta colocada en el exterior, o estratificadas en la nevera por tres meses. Es recomendable usar tierra para semilleros (en venta aquí) o vermiculita (en venta aquí), y mantenerlo húmedo pero no encharcado. Pueden tardar varios meses en germinar.
Rusticidad
Resiste heladas intensas de hasta los -18ºC de media.
¿Te gusta el abeto?